viernes, enero 12, 2007

Esa noche en el desierto



Esta mujer verdiazul ha obtenido las respuestas. Esta mujer verdiazul ahora sabe lo que tiene que hacer. Gracias hikuri por tu recibimiento, gracias por la orientaciòn, gracias y bendiciones al desierto. No temo caminar en soledad, no temo exprimir la tristeza, no temo abrazar la creatividad, en estas tres cosas pondrè todo mi empeño y me recuperarè a mi misma. Ahora... es tiempo de recorrer el camino de la soledad, de la independencia, de la libertad!


Lo que tenga que venir, sin duda vendrà! Estoy abierta al mundo, estoy abierta a toda posibilidad!


Vestida de azul recorrerè el mundo, con sandalias azules me subirè a tus pies, treparè a un àrbol, besarè las estrellas y gritarè mi nombre.

2 comentarios:

Culo dijo...

Qué buena actitud ante la vida...
saluods

Anónimo dijo...

A mi me parece la actitud errónea. Aun cuando creo que todo sale, también creo que hay que poner la maquinaria en movimiento.

Errónea porque a mi gusto, no se puede pasar uno la vida pensando que ya todo esta destinado. ¿Cómo puede ser eso? Una de las cosas de las que más se enorgullece el ser humano es de sus logros. Si todo estuviera ya trazado, entonces ¿que victorias habría? Dicen que si quieres hacer reír a Dios le cuentes tus planes. Yo digo: Si quieres motivación, pregúntale a Dios por sus planes para contigo. Sus planes son tal vez, los únicos que importen, pero tu opinión sobre ellos es la que dictara tus acciones. Nada sabe mejor que ganar contra la adversidad. Si no te gustan sus planes, ¡cámbialos!

Cuando digo todo sale, me refiero a que si uno se fija detenidamente, puede notar que las cosas que ha buscado con pasión, se le han dado. Creo que es cuestión de saber que es lo que uno quiere. Fácil tarea no es, titánica, pienso yo. Hay que esforzarse para encontrar lo que a uno le gusta, una vez que eso esta, lo demás se vuelve sencillo.

Ponga la maquinaria en movimiento. Se debe hacer, en mi opinión, como ondas de agua. Imagina una gran piscina, vaya, imagina el mar si gustas; estas de un lado sumergido hasta los hombros. Con tus manos mueves el agua y se crean ondas. Al principio no sabemos que impacto tengan, pero gracias a la observación y a lo que podamos aprender de otros que hagan lo mismo, podremos ver las consecuencias de estas ondas. Así movemos todo, iniciamos todo. Ondas iniciadas por uno que crean consecuencias ya sean deseadas o no. Hay que poner la maquinaria en movimiento.