Donde cruzan los brujos de Taisha Abelar me ha dejado un montón de enseñanzas, confirma lo que había leído ya con Carlos Castaneda en cuanto que los seres humanos podríamos compararnos a huevos luminosos netamente hechos de energía. Sólo que este conocimiento lo hemos olvidado pues hemos sido adoctrinados desde temprana edad por lo que la sociedad concibe como “la verdad”. Quizás todavía recordemos como de pequeños veíamos danzar las sombras sin que sus dueños ejercieran movimiento alguno y ahora califiquemos ese recuerdo como fantasía infantil, sin imaginar siquiera, que en ese momento de nuestra vida nadábamos en la más sublime libertad o por lo menos éramos mucho más libres que ahora: “máquinas programadas”.
Clara la primer maestra de Taisha nos invita a imaginarnos a nosotros mismos como un gigantesco almacén. En este almacén, otros y no nosotros han depositado sentimientos, ideas, diálogos mentales y patrones de comportamiento. Puesto que es nuestro almacén podemos entrar, hurgar por ahí a la hora que queramos y usar lo que encontremos. El problema es que no tenemos ningún control sobre el inventario, puesto que fue establecido antes de que nos posesionáramos del almacén. Por eso nos vemos drásticamente limitados en la selección de objetos.
Agregó que nuestras vidas parecen constituir una línea de tiempo ininterrumpida, porque nunca cambia el inventario en nuestros almacenes. Subrayó que de no vaciar el almacén , no hay manera de ser lo que realmente somos. ¡Que tristeza! Pero como dice una maestra: “Somos parte de una cadena histórica de holganazerìa mental”.
¿Qué nos queda?
Dos caminos: seguir siendo parte de esta cadena histórica de holgazanería mental o aferrarnos al conocimiento aunque el camino sea arduo y doloroso y, de ahora en adelante valorar y cuidar más nuestra energía. Nuestro doble.
“El mayor error humano quizá sea el de creer que la salud y el bienestar se encuentran en el reino del cuerpo, cuando en esencia el control sobre nuestras vidas se halla en el reino del doble”.
Los enemigos a vencer son: el ego, un almacén atiborrado de prejuicios, historias y pensamientos que quizá no son tan nuestros como pensábamos, energía negativa acumulada y la recuperación y purificación de energía sexual irresponsablemente mancillada.
Me parece sumamente enigmático el papel de la respiración en nuestras vidas, ya que no solamente es la que nos mantiene en este mundo, sino que también puede ser un arma tremendamente poderosa y que tenemos a nuestro alcance para equilibrar , aumentar o limpiar nuestra energía.
En si, la recapitulación, la respiración, los pases mágicos son herramientas que están ahí, a nuestro alcance, que forman parte de nuestra tradición aun latente en este mundo “tan civilizado” . Solo hace falta decidirse, y quizá algún día con mucho esfuerzo, con mucho valor logremos ir a donde cruzan los brujos.
