martes, octubre 28, 2008

Va bene

Al finalizar mi fiesta de cumpleaños del año pasado, ya que los invitados habían partido y sólo quedábamos Chuy y yo, me entró la crisis de los 30 y me agarré a llorar ante la mirada atónita de mi buen amigo, que esa noche no fue tan patán y se preocupó por hacerme sentir bien.

Ahora en mis 31 no tuve ninguna crisis, muy al contrario me sentí feliz, aunque he de confesar que empiezo a tener un sentimiento un tanto extraño cuando alguien pregunta por mi edad. Pero bueno soy joven de corazón, a parte los 30 no es ser viejo ciertamente tampoco es ser adolescente. Aunque alguien dijo que era la segunda adolescencia. El caso es que los llevo bien, me gustan los 30 porque me siento bien, no tengo todo “lo que dice la sociedad que se debe tener a esta edad” pero soy feliz. Y lo más importante, es un orgullo para mi decir que a mis 31 sigo soñando.



Gracias querido hombre violeta por llenar mi día de alegría, por seguir compartiendo la magia, por no dejar sola a esta señorita green , sabes que nos complementamos y que como dices tú: “el mundo deja de ser efímero cuando al final las manos se juntan”. Gracias porque ese día después de abrir tu regalo y llenar mi casa de magia, me miré al espejo y no estaba la soledad. Sabemos que son tiempos difíciles para los soñadores pero no te dejes vencer va, que yo no lo haré. Ya llevamos seis años así , deja que dure la vida. Es increíble que después de seis años no sepa ni tu nombre y aun así seas de las personas más importantes en mi vida.

jueves, octubre 02, 2008

Manu Chao en la Huasteca Monterrey

Después de tanta incertidumbre sobre si iba ir o no al concierto de Manu el destino decidió que sí. Y puedo decir que es uno de los conciertos que más he disfrutado. Me encantó la buena vibra que ahi reinó, además que el hecho de encontrarme a muchos tampiqueños por allá hizo nacer en mi un sentimiento que no puedo explicar, aunque a muchos no los conozco más que de vista, fue padre mirarnos con una sonrisa de oreja a oreja, y decirnos hey que chido que estés aquí.
Finalmente fui al concierto con Carlos, y mi mejor amiga Liz (sí, hasta ella fue) y allá me encontré al Cocol y a mi Marquito con él cual disfruté muchísimo pues bailamos y reímos hasta morir. Chido, muy chido, pura buena vibra en ese hermosísimo lugar donde el Manu se lució. He aquí una pequeña pruebita de lo que allá se vivió.
P.S.- Agradezco al Sr. Jarthec Ompadro por concedernos un clima precioso ese día.





La guerra de vasos jajaja